jueves, 27 de diciembre de 2012


ORGANIZACIÓN   ADMINISTRATIVA
DEL   TAHUANTINSUYO

1.  LA  BUROCRACIA
El imperio contaba con funcionarios designados por el Inca para colaborar con el manejo y la administración del Estado. La mayoría de ellos provenía de la más alta jerarquía, es decir, de la élite cusqueña. Los cargos más importantes y mejor documentados fueron los siguientes:
«  El tocricuc, que era el encargado del gobierno de una región;
«  El tucuyricuc, que era un funcionario que viajaba por todo el territorio a manera de inspector, con autori­dad para resolver problemas y conflictos locales;
«  El Quipucamayoc, que era el especialista en el manejo de los quipus;
«  El cápacñantocricuc, que era el encargado de construir y mantener los caminos.
«  El collcacamayoc, que era el administrador de los de­pósitos.

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2.  LA  ORGANIZACIÓN
«  El púrej: jefe de familia, ciudada­no casado, condición para asumir funcio­nes en el imperio
«  El chunkakamáyoc: quien gobernaba a diez familias.
«  El pachakakamáyoc, cuya autoridad se extendía a cien familias.
«  El warankakamáyoc, quien súper vigilaba a mil familias.
«  El hunukamáyoc, quien era jefe de diez mil familias.
Los jefes, desde el púrej hasta el pachakakamáyoc, salían elegidos dentro de los miembros de la comunidad y su duración en el cargo era de solamente un año; en cambio, desde el warankakamáyoc hacia arriba, es­tos funcionarios eran nombrados directamente por el inca por varios años. Esto era un doble sistema de nombramien­to: democrático en las clases populares y monárquico en los cargos y clases superiores.

3.  EL QHAPAQÑAN 
Era una extensa red de caminos que conectaban las regiones del Tahuantinsuyo. Esta obra  estatal permitió el dominio y la organización del territorio. Cada camino estaba conformado básicamente por dos caminos principales, desde los cuales partían los múltiples caminos secundarios que se dirigían a regiones lejanas hacia el este y el oeste. Ambas vías tronca­les recorrían los Andes longitudinalmente. La primera lo hacía por la Costa, de norte a sur,
evitando, dentro de lo posible, los desiertos para recorrer las laderas de las montañas cercanas a fuentes de agua. La segunda recorría la Sierra, desde el Cusco a Quito, alejándose de precipicios y terrenos muy empinados. A lo largo de los caminos se construyeron tambos, que eran conjuntos habitacionales donde se alojaban los funcionarios, los ejércitos o el mismo Inca y su sé­quito. Estos tambos contaban con amplios depósitos de donde se abastecía el que even­tualmente llega­ba. Además, exis­tían los chasqui­huasis, que eran pequeñas postas a lo largo de los ca­minos, especiales para los chasquis.



4.  LOS QUIPUS
Tuvieron carácter mnemótico porque exigían el esfuerzo de la memoria, y tenían carácter contable, puesto que su fina­lidad era indicar cantidades y números. De otro lado, estos quipus estaban representados por una varilla de donde pendían o colgaban unos manojos de hilos de diferentes colores y tamaños, "en los cuales hilos se hacían nudos simples, dobles o compuestos" para expresar una cifra determinada.
Su manejo estaba a cargo de los Quipucamayos, que recibían una enseñanza especial, a lo cual ellos deberían agregar su habilidad. Por lo gene­ral, el cargo u oficio de quipucamayo era hereditaria, asegurándose la capacidad mnemótica para re­cordar más fácilmente.

6.  LOS  TAMPUS
Conocidos también como tambos, las crónicas los describen como posadas. En realidad eran sitios de alojamiento y almacenaje situados a todo lo largo del Qhapaqñan y formaban parte del sistema vial. Los tampus (más de mil) se hallaban a un día de distancia los unos de los otros y su mantenimiento estaba a cargo de mitimaes de la región. En ellos se podían detener viajeros en grupo (ejército o mitmaq) o individualmente.
No todos tenían la misma forma o distribución, pero lo que siempre estaba presente eran las kallankas y los depósitos llenos de alimentos y vestidos. Dentro de ellos se han hallado numerosos restos de cerámica incaica y otros artefactos.

7.  CHASQUIHUASIS
Los chasquihuasis  eran pequeñas postas a lo largo de los caminos especiales para chasquis que se edificaban intermitentemente entre los tampus. No todos tenían la misma estructura: ésta variaba de región en región de acuerdo a las necesidades. Los chasquihuasis estudiados son más abundantes a lo largo de la vía principal que va desde Quito hasta el centro de Chile, aunque son pocos los que han sobrevivido el paso del tiempo. 



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